¿CUÁNDO NOS VAMOS?
Acto único
(Dos
soldados argentinos, solos y harapientos,
en una oscura y fría trinchera de Malvinas)
SOLDADO 1: -¿Cuándo
nos vamos, Jorge?
SOLDADO 2: - ¿Qué?
1: - Que cuándo
nos vamos… a casa digo.
2: - No es
momento, Juan.
1: - Estoy
cansado, tengo hambre y frío. La guerra no termina más.
2: - Hay que
aguantar.
1: -¿Aguantar?
Hace días que estamos acá en la trinchera, esperando. Esperando que se nos una
el pelotón, o que vengan a aprovisionarnos. La radio se rompió, ya mandamos a
dos de los nuestros a averigüar. Y ya ves: no han vuelto. Quedamos nosotros dos
nomás.
2: - Sí, es
cierto. Pero hay que esperar. Estamos en una línea crítica. Tenemos que vigilar
esta zona, aún cuando nos cueste la vida. Esperar, lo que sea: a nuestro
pelotón, o al de los otros. Esperar, aunque sea esperar lo peor.
1: -Pero la radio
se rompió. ¿Te das cuenta, Jorge? Entonces, no tenemos nada que hacer. Si vemos
algo, ¿a quién le decimos? ¿cómo avisamos?
2: -Irá uno de
los dos. Y como sea. Pero esta es nuestra misión, y hay que cumplirla.
1: -¿Hasta cuándo
vas a hablar así? ¿No te das cuenta que estamos en una guerra que no nos
corresponde? ¿Qué representamos a un gobierno represor, que castiga a su pueblo
y a nosotros mandándonos a la guerra?
2: -No
representamos a un gobierno, sino a un país. Y sí: yo tampoco estaba de acuerdo
con la guerra cuando armé mi bolso allá en Luján. Podría haber dicho que no, yo
ya no tengo 18 años, ni 20. Y vos también... incluso viniste como voluntario de tu ciudad
natal, como yo.
1:-Sí, es cierto.
Pero no pensé que sería así: yo me tragué el cuento de la patria fuerte, de que
íbamos a vencer. Me comí la mentira que me dijo este gobierno de que éramos los
mejores del mundo. Pero ya ves: acá me doy cuenta de que todo está al revés. Que
estamos perdiendo, y que mi gobierno…
2:-Cortala con el
gobierno, Juan. Estamos hablando del país, de la bandera. Pero ¿sabés por qué
vine? A mí no me trajo ningún cuento. Yo vine porque no iba a soportar que
otros chicos como yo vengan acá, a arriesgar su vida, mientras yo estaba cómodo
en casa. Ellos acá, con hambre y frío, y yo en casa, con comida caliente y ropa
limpia. Ellos acá, esperando ganar, o esperando lo peor. Y yo en casa, viendo
todo por televisión. ¿Entendés?
1:-¡Basta! Estás
loco, nunca vamos a ponernos de acuerdo. Hablás como si fueras San Martín… O no
sé, te creés más patriota que yo…
2:-¡Es la
historia! Nos puso acá, Juan. No podés hecharte atrás ahora, pensá en todo lo
que te dio el país: una educación, un lugar para vivir…
1:-¡Basta! (se trenzan, con las pocas fuerzas que
tienen, y forcejean de sus ropas)
De
pronto, llega un tercer soldado:
SOLDADO 3: Muchachos,
nos vamos.
AMBOS 1 Y 2: -¿Qué?
3: -Que nos
vamos. Perdimos. La guerra terminó.
(Se hace un silencio. Ambos
soldados se sueltan)
SOLDADO 1: ¿Ves?
¿Qué te dije? ¡Al fin! ¡a casa!
(Soldado 1 se incorpora, se une al
recién llegado. Jorge queda hablando solo, delante de todos)
SOLDADO 2: Sí, a casa. Pero ya no podremos volver del todo.
Cuándo nos vamos, seguiremos preguntándonos, porque algo ha quedado acá de
nostros. Algo nuestro ha quedado acá. De
todos y cada uno de nosotros. Lo que no saben es que al volver, no volveremos
del todo. Ahora nos toca dar testimonio de lo vivido, de lo sufrido. De quienes
se han quedado acá, dejando su vida. Con o sin victoria, es necesario contar la
historia de estos muchachos, que como yo, vinimos a defender la bandera, una
causa. Una causa que aunque perdida, había que defender. En eso estamos de
acuerdo, si no, ¿cómo podremos decir: viva la patria?
***