martes, 26 de marzo de 2013

Literatura: 2 de abril


¿CUÁNDO NOS VAMOS?

Acto único

(Dos soldados argentinos, solos y harapientos, 
en una oscura y fría trinchera de Malvinas)





SOLDADO 1: -¿Cuándo nos vamos, Jorge?
SOLDADO 2: - ¿Qué?
1: - Que cuándo nos vamos… a casa digo.
2: - No es momento, Juan.
1: - Estoy cansado, tengo hambre y frío. La guerra no termina más.
2: - Hay que aguantar.
1: -¿Aguantar? Hace días que estamos acá en la trinchera, esperando. Esperando que se nos una el pelotón, o que vengan a aprovisionarnos. La radio se rompió, ya mandamos a dos de los nuestros a averigüar. Y ya ves: no han vuelto. Quedamos nosotros dos nomás.
2: - Sí, es cierto. Pero hay que esperar. Estamos en una línea crítica. Tenemos que vigilar esta zona, aún cuando nos cueste la vida. Esperar, lo que sea: a nuestro pelotón, o al de los otros. Esperar, aunque sea esperar lo peor.
1: -Pero la radio se rompió. ¿Te das cuenta, Jorge? Entonces, no tenemos nada que hacer. Si vemos algo, ¿a quién le decimos? ¿cómo avisamos?
2: -Irá uno de los dos. Y como sea. Pero esta es nuestra misión, y hay que cumplirla.
1: -¿Hasta cuándo vas a hablar así? ¿No te das cuenta que estamos en una guerra que no nos corresponde? ¿Qué representamos a un gobierno represor, que castiga a su pueblo y a nosotros mandándonos a la guerra?
2: -No representamos a un gobierno, sino a un país. Y sí: yo tampoco estaba de acuerdo con la guerra cuando armé mi bolso allá en Luján. Podría haber dicho que no, yo ya no tengo 18 años, ni 20. Y vos también... incluso viniste como voluntario de tu ciudad natal, como yo.
1:-Sí, es cierto. Pero no pensé que sería así: yo me tragué el cuento de la patria fuerte, de que íbamos a vencer. Me comí la mentira que me dijo este gobierno de que éramos los mejores del mundo. Pero ya ves: acá me doy cuenta de que todo está al revés. Que estamos perdiendo, y que mi gobierno…
2:-Cortala con el gobierno, Juan. Estamos hablando del país, de la bandera. Pero ¿sabés por qué vine? A mí no me trajo ningún cuento. Yo vine porque no iba a soportar que otros chicos como yo vengan acá, a arriesgar su vida, mientras yo estaba cómodo en casa. Ellos acá, con hambre y frío, y yo en casa, con comida caliente y ropa limpia. Ellos acá, esperando ganar, o esperando lo peor. Y yo en casa, viendo todo por televisión. ¿Entendés?
1:-¡Basta! Estás loco, nunca vamos a ponernos de acuerdo. Hablás como si fueras San Martín… O no sé, te creés más patriota que yo…
2:-¡Es la historia! Nos puso acá, Juan. No podés hecharte atrás ahora, pensá en todo lo que te dio el país: una educación, un lugar para vivir…
1:-¡Basta! (se trenzan, con las pocas fuerzas que tienen, y forcejean de sus ropas)

De pronto, llega un tercer soldado:
SOLDADO 3: Muchachos, nos vamos.
AMBOS 1 Y 2: -¿Qué?
3: -Que nos vamos. Perdimos. La guerra terminó.

(Se hace un silencio. Ambos soldados se sueltan)

SOLDADO 1: ¿Ves? ¿Qué te dije? ¡Al fin! ¡a casa!

(Soldado 1 se incorpora, se une al recién llegado. Jorge queda hablando solo, delante de todos)

SOLDADO 2: Sí,  a casa. Pero ya no podremos volver del todo. Cuándo nos vamos, seguiremos preguntándonos, porque algo ha quedado acá de nostros.  Algo nuestro ha quedado acá. De todos y cada uno de nosotros. Lo que no saben es que al volver, no volveremos del todo. Ahora nos toca dar testimonio de lo vivido, de lo sufrido. De quienes se han quedado acá, dejando su vida. Con o sin victoria, es necesario contar la historia de estos muchachos, que como yo, vinimos a defender la bandera, una causa. Una causa que aunque perdida, había que defender. En eso estamos de acuerdo, si no, ¿cómo podremos decir: viva la patria?

***